Hay dos cosas que pueden suceder con más probabilidad en un coche en verano que en cualquier otra época del año. Primero, en verano se producen más robos de vehículos que nunca, según los datos de la NHTSA —la DGT de EEUU—. Y cuando te roban el coche, también te quitan todo lo que haya en su interior.
En segundo lugar, una investigación realizada por Jan Null de la Universidad Estatal de San Francisco descubrió que un vehículo estacionado bajo la luz solar directa en un día con una temperatura exterior de 22 grados puede alcanzar una temperatura interior de hasta 48 grados en una hora. Así, incluso si no te roban el coche este verano, mucho de lo que está dentro podría terminar dañado por el calor si no tienes cuidado.
Para evitar que tus pertenencias se arruinen, debes revisar qué hay en tu coche que pueda dañarse por el calor y sacarlo de ahí. ¿Qué objetos entran en esta categoría? En realidad, son bastantes. A continuación puedes ver las 10 cosas que jamás debes dejar dentro de un coche en verano.
Incluso en un día con temperaturas agradables, los niños y las mascotas dentro de los coches están en riesgo, ya que las temperaturas dentro de un vehículo estacionado todavía pueden subir a niveles potencialmente mortales, según un estudio de 2005 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. "Hay casos de niños que han muerto por golpe de calor con una temperatura exterior de 21 grados", asegura la autora principal Catherine McLaren, doctora especialista en medicina de emergencias en Stanford. Incluso si vas a una tienda a por un solo artículo o si solo vas a dejar una carta en la oficina de correos, puede surgir algo inesperado y alargársete el asunto. En esa circunstancia, estarías poniendo en riesgo a cualquier ser vivo que hubiera en tu coche.
El calor extremo puede reducir la eficacia de ciertos medicamentos, afirma a NPR la Dra. Sarah Westberg, especialista en farmacología y decano asociada de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Minnesota. "Las farmacéuticas recomiendan que la mayoría de sus productos se almacenen a una temperatura ambiente controlada de entre 20 y 25 grados", ha asegurado la Dra. Skye McKennon, al New York Times. Cuando salgas del coche, mejor llévate tus medicamentos contigo.
Si dejas comida guardada en recipientes de plástico o envases de bebidas en un coche con un calor sofocante, podrías terminar ingiriendo algo dañino. Los plásticos pueden filtrar varias sustancias potencialmente peligrosas a su contenido, incluido el bisfenol, que con el tiempo puede acarrear alteraciones hormonales y aumentar potencialmente el riesgo de ciertos trastornos endocrinos.
Si lees el manual de tu teléfono, tableta, ordenador portátil u otro dispositivo electrónico apreciado —y probablemente caro—, es posible que encuentres la recomendación de evitar exponer el hardware a altas temperaturas. Colocar el dispositivo a la luz solar directa puede tener consecuencias perjudiciales para la batería, especialmente si esta es de iones de litio. Según Apple, las temperaturas superiores a los 35 grados pueden dañar irreversiblemente la capacidad de la batería de tu iPhone, iPad o MacBook.
Si pensabas que lo más lógico y responsable era llevar siempre el protector solar listo en el coche durante los meses de verano, desafortunadamente, tienes que pensarlo de nuevo. Estas cremas en las que se confía para proteger la piel pueden ser menos efectivas con el calor, que no va a faltar dentro del coche en verano. "Cuando el protector solar se guarda a un temperatura elevada, pierde efectividad y se vuelve menos estable y fiable. Cuando se calienta o se almacena a más de 25 ºC, pierde eficacia y se degrada", afirmó a Refinery29 el dermatólogo Dr. Fredric S. Brandt.
Dejar un paquete de seis latas o un buen vino en un coche a altas temperaturas una la manera más rápida de arruinar tanto la cerveza como el vino que hay en el interior. Los rayos del sol descomponen los ácidos en la cerveza, y los compuestos que resultan se unen a las proteínas de sulfuro, dándole un sabor amargo, como contábamos en Business Insider hace tiempo. En el caso del vino, una exposición excesiva al calor puede provocar que los tintos adquieran un "carácter ácido y astringente", escribía la sumiller Laura Burgess para VinaPair.
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Si alguna vez has intentado limpiar el chocolate derretido de una prenda ropa, sabrás que es una buena idea mantener este material lejos de la tapicería, sin mencionar los componentes electrónicos de un coche. Según Lindt, el chocolate tiene un punto de fusión de solo 26 ºC —por eso se derrite en el bolsillo—. Esto hace que en el interior de un coche, el chocolate pueda acabar siendo un líquido pegajoso.
Al igual que el chocolate, las ceras tienen un punto de fusión relativamente bajo. Y como el chocolate, pueden crear un absoluto desastre dentro de tu coche. Según Crayola, estos palos de colores comienzan a ablandarse a 40,5 grados y se licuarán a temperaturas superiores a 48,8 ºC. Así que asegúrate de que los niños sacan sus cosas del coche después de cada viaje.
Si eres ciclista, entusiasta de las motos o llevas un remolque con ruedas de repuesto dentro, que están llenas de aire, no las dejes en el coche en los días calurosos del verano. Según publicó The New York Times, las altas temperaturas pueden hacer que el aire dentro del neumático se expanda, lo que podría provocar un reventón. El calor también debilita la goma, causando que la rueda se desinfle.
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Llevar un par de gafas de sol de repuesto en el coche es una buena idea, ¿no? Bueno, no si son un par caro. El calor de interior del vehículo en verano puede dilatar los marcos, dañar el ajuste y su funcionalidad. Y si este es extremo, hasta se pueden deformar las lentes.
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